sábado, 25 de agosto de 2012

CINCO EN NUEVA YORK - CAPITULO 2


Este capítulo lo voy a dedicar al pulmón principal de esta ciudad, cómo no, ya todos lo sabéis que es Central Park.

Aprovechando el New York pass, que incluía 3 horas gratis en bicicleta, pues se decidió ir a dar una vuelta por el parque, pero claro, de los cinco que íbamos uno no sabía montar en bici, ¿y quien era? Pues aquí la mendi lerendi que no es precisamente Lance Amstrong (umm quizás no es el mejor ejemplo a seguir), todos querían pero yo ante mi evidente incapacidad para la verticalidad pues estaba un poco preocupada, pero al final después de una pequeña discusión (algo normal si somos cinco), llegamos a la solución: mirar si nos podían dejar un tándem (¡a listos no nos gana nadie!).
Total que fuimos para localizar el sitio de las bicis y allí nos informaron que efectivamente tenían tándems, pero como eran escasos en vez de tres horas tenían que ser dos, a no ser que se pagaran 10 dólares por la hora extra, y eso fue lo que hicimos. A la mañana siguiente bien temprano (porque sino se acaban las bicis) nos dirigimos a la tienda, tuvimos que rellenar los papeles y cuando nos preguntaron si queríamos cascos, seguro o candados, nosotros más chulos que un ocho contestamos que no, vamos la chica se nos quedó mirando con cara de póker, pero nosotros somos así de salados.

Bow Bridge
Por las aceras no se puede ir en bici hasta llegar a Central Park, allí mi compi Alberto (gracias por tu paciencia) pues puso en marcha el tándem, al principio me daba golpes en la rodillas hasta que pude subir el sillín y bueno puedo decir que me porté bastante bien, ¡al menos no nos caímos en ningún momento!
Una vez estás allí, ves multitud de gente corriendo, saltando, pedaleando.....bueno que te entran unas ganas locas de hacer deporte, como en las películas. Empezamos a pedalear con un sol de justicia y al principio hubo un poco de lío, porque cada uno quería ver una cosa, pero bueno, como siempre al final nos aclaramos. También nos dimos cuenta de que por dentro del parque hay muchos sitios que no se puede ir en bici (de ahí el candado), pero no tuvimos ningún problema. Vimos el Bow Bridge, creo que es el puente que sale en la mayoría de pelis y ha sido y seguirá siendo testigo mudo de muchas escenas románticas y propuestas de matrimonio.
Mosaico dedicado a John Lennon
Faltaban más cosas que ver, por supuesto, y fuimos en busca de la casa donde asesinaron a John Lenon y luego al mosaico IMAGINE que Yoko Ono puso en su memoria.

Estuvimos como locos para encontrar la estatua de Alicia en el País de las Maravillas, pero como somos unos cracks pues también la encontramos evidentemente. Lo curioso es que si le preguntabas a la gente por tal o cual monumento, la mayoría te decía que ella iba a hacer deporte y nada más, bueeno a nosotros nos pasa lo mismo, yo hay muchas cosas de Barcelona que no he visto.

Alice in Wonderland
Tuvimos mucha suerte porque justo fue dejar las bicis, nos cayó el chaparrón del siglo, así que los pobres que pillaron las bicicletas después que nosotros no sé como acabarían. Como nos quedamos con más ganas, decidimos que el último día haríamos un picnic en Central Park en plan tranqui. Lo primero que hicimos fue ir a la pastelería Juniors: http://www.juniorscheesecake.com/ de la Estación Central, donde hacen unos pasteles de queso superbuenos y de gran tamaño, todo hay que decirlo, deben ponerles componentes radioactivos porque sino no me explico que manía con hacerlo todo tan grande. Pero claro, no teníamos la típica manta de cuadros tan mona que nos hubiera quedado genial en la fotos, así que como somos mentes pensantes (la necesidad agudiza el ingenio), cogimos una sábana extra del apartamento y junto con el pareo que me había llevado para tal ocasión, pues montamos nuestro picnic particular con perritos calientes y bebidas orgánicas que compramos en uno de los puestos del parque, en estos se podía pagar con tarjeta, en los puestos sencillos no. Así que nos estiramos en en el parque, buscando wifi los más obsesos y nos relajamos. Yo me dediqué a dar una vuelta y ver más partes del parque, había un grupo tocando música folk que era genial, chicos con sus skates, niños pequeños jugando al basket con su monitor, reunión de niñeras bajo los árboles, ardillas, un fotógrafo haciendo un reportaje a una pareja con una cámara antigua de fuelle.....en fin todo muy variopinto. Me hubiese gustado ir hasta lo que llaman el “Mar de Harlem” que está al norte del parque, donde hay un gran lago (incluso van a pescar) y se ve que no es tan concurrido, pero no era cuestión de ponerme a andar como una loca y dejar a mis compis colgados. En defintiva Central Park es para pasar un día entero e ir de vez en cuando si se busca tranquilidad porque no se oye el ruido del tráfico, es como estar en otro lugar.
Gente de lo más variopinta

Bryant Park
Vamos a dejar este parque ya, para hablar de otro que me encantó, el Bryant Park, es un parque rodeado de rascacielos entre la quinta y la sexta avenida y la 40 y 42. El primer día lo vi de noche y me gustó la idea de que haya un montón de sillas y mesas y que la gente se lleve allí la comida o la bebida y se siente tranquilamente a pasar el rato. La verdad es que hay muchos espacios en NY donde se puede hacer esto, vas con tu ensalada y te sientas con tu iPad o tablet o el cachibache electrónico que tengas en ese momento y te pones relajadamente a leer las noticias o consultar tus redes sociales, email o vídeos favoritos. Quizás esto está más extendido allí al no haber restaurantes que ofrezcan un menú mínimamente barato como en España, y bueno también hay que decir que no pierden tanto el tiempo en comer como nosotros.
Por la noche también hacen sesiones de cine y otros eventos.

¡Pues ala se acabó hablar ya de tanto verde!
¡Hasta el próximo capítulo!

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