lunes, 10 de diciembre de 2012

ASTURIAS EXPRESS

Gijón - Vista desde Cimadevilla

Con la llegada del puente de la Constitución y ávidas de desconexión decidimos irnos a Asturias 3 días. Después de estar mirando y comprobando durante horas múltiples combinaciones (ida en avión regreso en coche, avión y alquiler de coche, etc.) optamos por alquilar un coche y lanzarnos a la aventura. La web: http://www.ealquilerdecoches.es/ es totalmente recomendable para alquilar un coche, ya que compara diversas web dedicadas al alquiler y te ofrece la mejor oferta.
Si el tiempo lo permitía queríamos visitar Gijón, Oviedo y hacer la llama ruta Verde. Claro que en el último momento me acordé de que también sería interesante ver los Lagos de Covadonga, algo que por otro lado de no visitarlo me hubiese dado de cabezazos hasta perder el conociemiento.
Partimos el miércoles por la tarde hacia Bilbao, para allí pasar la noche e ir de tapeo (al menos esa era nuestra intención). En principio estábamos bien preparadas con nuestros 2 smartphones y sus aplicaciones de control de radares y gps, además de los mapas que yo había impreso de las rutas. Bueno, llegó la realidad y me he dado cuenta que lo mío no son precisamente ni interpretar un mapa y mucho menos hacerle caso a una voz estridente que todo el rato te dice lo que tienes que hacer demasiado deprisa para ir a su ritmo. Creo que hay un libro que se llama “Porqué los hombres no escuchan y las mujeres no saben leer mapas”, y creo que yo encajo en esa descripción, ja ja. Después de un largo recorrido nos dimos cuenta que no habíamos pagado ningún peaje con lo cual íbamos por la nacional y en Zaragoza decidimos ir por la autopista para intentar llegar a una hora decente a Bilbao. Al llegar allí, teníamos que buscar el aparcamiento indicado por la pensión donde nos hospedábamos, pues bueno la señorita del gps decidió perder la señal (algo que hacía en demasiadas ocasiones) y nos volvimos prácticamente locas para llegar el destino. Así que al final llegamos a medianoche a Bilbao. La pensión (http://www.hostalmardones.com/) es sencilla pero correcta y lo mejor es que está en pleno barrio antiguo de la ciudad, con lo cual es ideal para ir a los diferentes bares de tapeo, nuestra sorpresa fue cuando nos dimos cuenta que la mayoría de sitios estaban cerrados o casi a punto de cerrar, algo extraño teniendo en cuenta que al día siguiente era fiesta, pero por desgracia la crisis también está afectando a todo. Tuvimos la oportunidad al menos de tomarnos algún pincho y luego pues una copas.


Oh My God! Cuánta comida!
A la mañana siguiente, desayuno y directas a la carretera, teníamos 3 horas de viaje por delante hasta llegar a Gijón, nuestro destino final. Disfrutamos del paisaje y del buen tiempo que hacía y al llegar a la ciudad, nos pasó lo mismo que en Bilbao, no había manera de encontrar el lugar, hasta que finalmente lo encontramos. Como trasnochamos en Bilbao, nos despertamos más tarde de lo que esperábamos, con lo que fue llegar e ir a comer. Preguntamos donde ir a comer bien y barato y nos recomendaron la sidrería Zapico: http://www.sidreriazapico.com/ . Nos trajeron el menú que eran unos 14€, al ver la carta yo pensaba que por ese precio pues eran dos platos y el postre, vaya a lo que estamos acostumbrados normalmente, pero cual fue mi sorpresa cuando nos dijeron que no, que había 3 platos, toma ya! De segundo pedimos fabada, y cuando vi el barreño que nos trajeron me quería morir, teniendo en cuenta que luego venía el tercer plato que eran escalopines con salsa de queso. Bueno el presunto barreño yo creo que era para cuatro. Me tomé plato y medio, porque hay que reconocer que estaba buenísimo todo, incluído el pan.

Elogio del Horizonte - Chillida
Con tanto comer, decidimos bajar un poco la comida e ir a dar una vuelta por Gijón, claro que ya al ser las cuatro de la tarde la ruta que queríamos hacer resultó imposible acabarla. Conforme nos acercábamos al paseo de San Lorenzo (el paseo de la playa), me di cuenta de la gran cantidad de tiendas de chucherías por metro cuadrado que hay en la ciudad, vaya no sé si es un culto a la caries o qué, pero resulta increíble que cada 10 pasos te encuentres una, los dentistas de esta ciudad deben dar saltos de alegria. Fuimos hacia Cimadevilla y desde allí nos acercamos a ver la polémica escultura de Chillida llamada el Elogio del Horizonte o La Silla, la verdad es que el monumento es peculiar a la par que grande, desde allí se puede ver todo el paseo de la playa y el verde es el color predominante. Como ya iba oscureciendo, visitamos las termas romanas (2,50€) que están al lado de la iglesia de San Pedro, no pudimos ver ni el museo de Jovellanos ni la Torre del Reloj, pero había poco tiempo y la mañana siguiente estaba dedicada a Oviedo, así que dimos una interesante vuelta, donde nos encontramos un típico mercadillo de productos naturales en la plaza Mayor y en el que compramos un queso que me recomendaron: el gamoneo, por supuesto miel de la zona, ya que soy gran consumidora y unas mandarinas que fueron la cena de cada noche, ya que era imposible comer algo más, nuestras digestiones se eternizaban pero gracias al Almax pudimos sobrellevarlo mejor.

Sidrería La Nueva Cantina
El viernes amaneció lluvioso y nublado y decidimos encaminarnos hacia Oviedo, ya que la previsiones eran que no llovería tanto el sábado que lo teníamos reservado para los Lagos de Covadonga e intentar ver algo de la ruta verde. La señorita del GPS esta vez se portó bastante bien y llegamos a Oviedo sin problemas. Aparcamos en el parquing situado en la plaza de la Escandalera, ya que es el sitio más cercano al casco antiguo y a todo lo interesante que ver. En la plaza hay un escultura de Botero llamada la Maternidad, así como 3 caballos llamados “Los Asturcones” de Manolo Valdés. Oviedo es la ciudad de las 100 estatuas, que te puedes encontrar conforme vas caminado. Desayunamos y fuimos a la oficina de turismo situada en el Campo de San Francisco, justo al lado de la plaza, muy amablemente nos indicaron los sitios a visitar, pero al preguntar para que nos recomendaran algún restaurante, nos dijeron que no estaban autorizados....así que decidimos hacer ruta turística y luego aventurarnos con el restaurante. Todo está concentrado en el mismo sitio, así que es fácil de visitar. Visitamos la catedral, el museo arqueológico, el de bellas artes y también vimos la plaza y el mercado de Fontan, pero la lluvia desmerecía lo belleza del lugar. Estar en Oviedo y y no tomar sidra yo creo que puede considerarse un pecado, así que nos fuimos hacia la calle Cascona, llamada el bulevar de la sidra y alli después de recorrerla dos veces, fuimos a la sidrería La Nueva Cantina, nos tomamos una botella de sidra entera que nos costó 2,5€, incluída una tapa de chorizo con queso y un plato de patatas chips, eso sí, la sidra conforme la van escanciando y te la sirven te la tienes que beber deprisa, bueno no como un chupito pero a buen ritmo, el camarero era muy amable, en realidad toda la gente que nos hemos encontrado por esos lares ha sido muy amable con nosotras, así que no hay quejas al respecto. Como el ataque de hambre era inminente nos fuimos en busca de un restaurante recomendado por Tripadvisor, bajaros la aplicación en el móvil y muchos de vuestros problemas para ir a comer serán resueltos, la opiniones de los usuarios son de gran ayuda y es lo que nos hizo decantar por el restaurante El Fartuquin (http://www.restauranteelfartuquin.es/), con un menú de mediodía como siempre de 12-14€, en esta ocasión comimos ensalada con salmón y virutas de jamón, y entrecot de buey, a parte de una tarta de queso contundente. También el almax en esta ocasión nos ayudó a pasar la tarde para acabar con la mandarinas de rigor.
Estatua de Woody Allen


Fuimos a estirar la piernas un rato por la calle Jovellanos y vimos la famosa confitería Camilo Blas, famosa porque sale en la película Vicky, Cristina, Barcelona, de Woody Allen, el cual tiene una estatua cerca de la calle Uria, que es la calle de las tiendas, como ya empezaba a oscurecer visitamos el Campo de San Francisco, en el que pudimos observar un pequeño estanque con pavos reales, patos y cisnes y maravillarnos de la fantástica imagen que nos brinda los colores del otoño. Al regresar, nuestra querida amiga del gps, que por cierto al final no le pusimos nombre, decidió que sería interesante dar una gran vuelta antes de llegar al punto de destino final.





Lago Enol - Covadonga
Y llegó el sábado y con él la esperada visita a Covadonga, aunque el detector de radares funcionaba cuando quería igual que le pasaba al gps, no tuvimos problemas para llegar a Covadonga, aunque antes paramos en un parador nacional donde estaba la iglesia de San Pedro de Villanueva, todo es tan verde que el paisaje de recuerda a la Comarca del Señor de los Anillos y parece que Frodo va a salir de un momento a otro de cualquier esquina. Al llegar a Covadonga descubrimos que se tenía que ir en bus (7,5€) y no con tu propio coche, que aunque al principio puede parecer que es un palo, no lo es en absoluto, ya que la carretera es más bien estrecha y hay que tener pericia para no caerte por un precipicio, allí el tiempo iba cambiando y la niebla predominaba el Santuario y la estatua de Don Pelayo. Una vez en el autobús pudimos comprobar como iba variando el paisaje conforme íbamos ascendiendo y el verde inicial fue dejando paso al blanco nuclear de la nieve. Una vez allí nos pusimos a caminar (recomendable llevar botas de Goretex, Timberland o similar) y fuimos hacia arriba para ver la increíble vista de los lagos desde las alturas, el tiempo iba variando tan pronto nevaba un poco como que salía el sol, jugando así con los contrastes de la montaña, finalmente antes de ir al autobús fuimos hacia el Lago Enol cuyas aguas estaban tan planas que la montaña se veía reflejada perfectamente como un espejo. Una vez más, de regreso, nuestros estómagos clamaban por algo de comida y gracias nuevamente el Tripadvisor acabamos comiendo en el restaurante El Abuelo en Cangas de Onís (http://www.elabuelocangasdeonis.com/), esta vez comimos arbeyos con jamón (receta de la abuela del propietario, los arbeyos son guisantes), fabes con almejas, codillo al horno y mousse de queso y arroz con leche, el precio 12-14€. esta vez ya veníamos preparadas y ya llevábamos el almax en el bolso, je je. 


Los cubos de la memoria - Llanes
Otra vez el tiempo se nos echaba encima y yo tenía que ver al menos uno de los pueblos de la ruta verde y nos dirigimos a Llanes, que seguramente de día debe ser espectacular pero con lluvia y a punto de oscurecer no pudimos disfrutar de la belleza del lugar tanto como hubiésemos deseado. Al menos pudimos ver “Los cubos de la memoria” de Ibarrola que están en el puerto, dimos una pequeña vuelta y lo que vi me gustó de este pequeño pueblo de pescadores. Por desgracia no pudimos ver sus playas, ni Ribadesella, Villaviciosa, ni Avilés ni el resto de pueblos que componen la llamada ruta verde. Esto se queda en el tintero para la próxima vez.

Pero claro, nos faltaba un pueblo por ver, y todo por culpa de Operación de Triunfo y me refiero a ir a visitar San Vicente de la Barquera el pueblo de David Bustamente, que no estaba entre mis planes, pero mi compi quería ir a ver, así que nos pusimos en marcha y yo me líé una vez más y acabamos en dirección contraria, yo me acordé de los familiares más cercanos de la señorita del gps y estoy segura de que mi amiga se acordó de los míos! Pero bueno qué le vamos a hacer! Al final llegamos al dichoso pueblo, que sinceramente no tiene nada de particular y más a esas horas, chispeaba y dimos una vuelta por el barrio antiguo pero no daba mucho de sí, claro que seguro que de día gana mucho más.

El domingo por la mañana nos levantamos muy pronto para llegar a una hora prudencial a Barcelona y poder descansar.

Como en todo viaje siempre hay cosas positivas y otras no tanto, pero en este caso gana lo positivo en creces, no solo por la compañía que ha sido perfecta y sobretodo paciente conmigo por mis despistes en cuanto a seguir un mapa, sino por la belleza de los paisajes, la comida y la amabilidad de la gente. Nos faltó un día para que hubiese sido completo, pero tuvimos la desconexión que necesitábamos para volver a nuestra rutina diaria de presiones laborales, ERES y demás.
Asturias es totalmente recomendable y con un precio asequible en comparación con Barcelona, así que si tenéis alguna ocasión no dudéis en visitarla. Eso sí llevad un buen gps que no sea tan rebelde como el nuestro y alguien que sepa interpretar un mapa, así que no contéis conmigo! Ja ja ja