Después de salvar más obstáculos que
un triatlon, de los cuales hablaré más adelante, la Barcelona Drag
Race arrancó el 9 de noviembre con la ilusión de 11 participantes
que luchan por un sueño y 10000 euros que a todos nos vendrían de
fábula. Evidentemente lo primero que a todo el mundo se le viene a
la cabeza al escuchar Drag Race es el programa de televisión de Ru
Paul y es inevitable caer en las comparaciones, pero esto no tiene
nada que ver ya que lo de Ru Paul es un formato televisivo y el
evento de la ciudad condal es más cercano al público en directo.
Desde hacía semanas las expectativas
iban creciendo y con ellas las ganas de ver el espectáculo. Por mi
parte se juntaban varios factores por los que quería asistir,
primero por ver a las Shimai, porque tienen más tablas que todos los
surferos de Australia juntos y eso ya da de por sí tranquilidad a
cualquier empresario que las contrate, segundo porque venía Deborah
Ombres como jurado y la quería ver en acción en directo y tercero
por ver participantes de otras partes que no sean de Catalunya que es
a lo que estamos un poco habituados últimamente.
El formato en sí se basa en amenizar
primero al ritmo de la música al público asistente, que en este
caso los encargados fueron Hidroboy y Lady Ego, luego el concurso,
que se hizo ameno y nada cansino, para finalizar con más música.
El público tenía ganas y curiosidad
por ver cómo iba a salir todo después de los impedimentos iniciales
y así de repente, la sala oscureció y empezó el juego de luces y
humo que presentaba el tema “You can be the Queen” amenizado por
los bailarines Blessed Dance Crew, que los chicos estaban acalorados
ya que solo iban en pantalón corto, dejando sus torsos al
descubierto para la alegría del público asistente (que un dulce no
le amarga a nadie). Al cabo de un minuto y medio de piruetas y bailes
estos guapetones dejaban paso a las maestras de ceremonias, las
Shimai, cantando el tema como primicia, haciéndolo brillar por sus
voces y por los corsés dorados del diseñador Gustavo Adolfo Tari
que había hecho especialmente para esta ocasión. Al finalizar la
canción salieron las candidatas y seguidamente se presentó al
jurado, encabezado por Deborah Ombres, que fue la que llevó la voz
cantante durante todo el espectáculo, que también es de agradecer.
En un principio, los miembros del jurado para la gala que
inicialmente tenía que ser el 7 de noviembre, iban a ser la
Terromoto de Alcorcón y Deborah, ya que el tercer miembro en
cuestión (Michele McCain) por motivos profesionales no podía
asistir, lo cual, la verdad, me parecía un poco escaso, porque en mi
opinión para un jurado es mejor siempre un número impar, pero las
cosas del destino hicieron que se cambiara de fecha y con ello que
Michele pudiera asistir.
Las Shimai presentaron a la primera
concursante y a partir de ahí fue todo bastante ágil y rápido,
siempre con algún punto de ironía y con sus gags a los que nos
tienen habituados y con las intervenciones de Deborah (se nota que se
conocen desde hace tiempo) que hacían pasar un buen rato. No en
todos los casos el jurado comentaba algo a las concursantes y
considero que esto si que sería necesario aunque ellas decían que
aunque no dijeran nada tomaban nota de todo ello, pero creo que el
público también esperaba eso o al menos es a lo que está habituado
a ver en la televisión, aunque esto no fuese un formato televisivo.
En principio cada participante tenía
2:30 minutos para realizar su número, pero hubo algunas que se
pasaron de tiempo, no excesivamente, pero claro si esto se multiplica
por 11 puede llegar a alargarse un poco, aunque ya he dicho que en
ningún momento se hizo pesado. Pero las normas son las normas y si
se establece este tiempo pues es el que se tiene que cumplir, yo
hubiese puesto una penalización por cada segundo de más.
Como en todo concurso y esto al ser
algo nuevo, pues evidentemente hubo fallos y nervios por parte de las
concursantes y alguno técnico, algo absolutamente normal, pero creo
que es necesario también para así avanzar más, ya que a parte del
dinero que se pueda ganar, esto tiene que servir para crear
verdaderos profesionales del transformismo y sinceramente creo que
este concurso puede ser una gran ayuda.
Soraya entregada a su público |
Una vez acabada la intervención de las
concursantes, el jurado se retiró para deliberar y durante ese
tiempo la cantante Soraya se entregó a un público agradecido, he
decir que tuve la oportunidad de estar con ella y es todo un encanto
de persona, sencilla y profesional en el escenario.
Llegó el momento de las votaciones, el
peor para todo el mundo, incluido el jurado, se nominaron a 4, de las
cuales una fue eliminada directamente, luego el público mediante la
duración de los aplausos decidía quien salvaba, y las dos restantes
tenían que hacer una prueba, que se verá el próximo mes, en la que
la ganadora tenía la posibilidad de elegir que quería hacer y la
otra pues improvisar con lo que le pongan ese momento sobre el
escenario, que puede ser una putada pero a lo mejor no lo es.
Lo que pude ver, es que había unión
entre las concursantes antes, durante y después del concurso,
incluso tienen un grupo de whatsapp (vivan las nuevas tecnologías)
en lo que comentan todo. Esperemos que esto siga así y que no
empiecen a arrancarse de las pelucas o se lancen los tacones conforme
el concurso vaya avanzando.
Pude ver la tristeza de todas al
nombrar a la primera eliminada y me gustó que todas fueran a
abrazarla, quizás esto tampoco fuese un adiós, porque como dijo
Kyra Shimai: “Estamos tan locas que a lo mejor la repescamos”,
pero eso ya se verá, lo que estoy segura es que alguna que otra
sorpresa habrá a lo largo de este concurso.
Es normal que los amigos y seguidores
de la concursante eliminada o de las nominadas se sientan dolidos por
la situación, pero en esta ocasión creo que se han sobrepasado los
limites del derecho al pataleo y las redes sociales han explotado más
de lo necesario con insultos y amenazas hacia uno de los miembros del
jurado, en este caso Deborah Ombres y quiero romper a una lanza a su
favor. Si bien ella ha sido y será una especie de Risto Mejide
travestido en este concurso, se merece un respeto como profesional y
sobre todo como persona y que se haya llegado a amenazarla para
pegarle una paliza me parece de lo más incoherente. Es una una
profesional como pocas y gracias a todo lo que ha hecho durante toda
su trayectoria, muchos de estos nuevos talentos lo han tenido más
fácil y así que esperemos que no vuelva a suceder. Todas las
participantes mostraron su total desaprobación ante este tipo de
situación publicando una nota en facebook en sus perfiles y me
parece correcto, una vez más se vio su unión y esto es una buena
señal para el público.
Respecto a la desfachatez del Teatro
Principal de Barcelona de acceder a realizar un espectáculo siendo
totalmente conscientes de que no tenía licencia para ello, bueno es
como firmar un cheque sabiendo que no se tiene dinero. Esto ha
repercutido en todo y no me refiero solo económicamente sino al
estado de nervios, de horas sin dormir y de buscar soluciones para
ofrecer el mejor espectáculo que la gente esperaba. Evidentemente se
perdieron asistentes por el camino porque algunos venían de fuera a
apoyar a sus favoritos y otros tenían otros planes para el domingo.
Pero es digno de destacar todo el esfuerzo humano y técnico
realizado tanto por el equipo de la productora como de la Sala Apolo
para llevar a cabo este proyecto. Llevar un espectáculo es muy
difícil y 11 participantes más, porque cada uno es de su padre y de
su madre, y esto ha sido posible a una buena dirección artística,
que en este caso el encargado de esta locura ha sido Xavi Moran, con
más de 20 años de experiencia en el sector y también responsable
del Gay Pride de Barcelona y eso se ha notado y mucho.
Para mi la intención de este concurso
es que se creen transformistas de nivel, no todo es ponerse una
peluca y unos tacones, es mucho más y ojalá, algún día hubiese
una especie de universidad para aprender todas estas cosas y formar
profesionales como Dios manda. En el caso del programa de Ru Paul,
enseñan como es el concursante sin maquillaje y luego su
transformación, y ahí es donde se ve el esfuerzo, pero quizás aquí
por motivos de privacidad es mejor no hacerlo, porque en este país
somos un poco toca pelotas en cuanto vemos un famoso y solo le falta
a estas criaturas que las agobien con más tonterías.
El jurado dejó claro, que no se premia
solo la belleza, se tienen en cuenta muchas otras más cosas, y esto
va a subir el nivel, no es que fuera flojo pero tiene que mejorar y
estoy segura que se logrará algo que valga realmente la pena.
Ahora estaremos pendientes de la
ubicación, no se sabe si se seguirá en la misma sala o no, pero
todos estamos expectantes con lo que pasará. Lo que si que es
cierto, es que este es un evento para todo el mundo, no solo para el
público LGTB, el “ambiente” ya está acostumbrado a este tipo de
cosas pero disfrutar de un buen espectáculo es algo que le gusta a
todo el mundo y esta es una oportunidad para que todo el mundo lo
pase bien y también para que incluso cambien de parecer respecto a
algunas cosas.
Shimai las mejores maestras de ceremonias |
Barcelona necesita un empujón a nivel
artístico, el show business no está en su mejor momento, esto es un
pequeño grano de arena, al igual que el resto de fiestas y eventos
que se realizan, Ojalá todo el ocio nocturno de nuestra ciudad
formase una piña y tuviera fuerza para conseguir más oportunidades,
así ganaríamos todos, las rivalidades y mirarse al ombligo no
sirven para nada, pero por desgracia sucede más de lo habitual.
Ganas de que llegue diciembre para la
segunda gala y que esté a un nivel superior, porque eso es lo que se
necesita. Espero que nos sorprendan gratamente, porque necesitamos de
vez en cuando una desconexión en estas vidas locas de estrés y
crisis que nos ha tocado vivir.
Gracias por alegrarnos la vida |