lunes, 7 de mayo de 2012

LOS DÍAS OBLIGADOS DEL CORTE INGLÉS




¡Tranquilos y tranquilas que no es mi intención venderos nada! Al menos de momento, je je je. Una vez pasado el Día de la Madre, me ha hecho reflexionar sobre lo mucho que influyen las grandes marcas en lo relativo a nuestros sentimientos, por decirlo de alguna manera. Está la Navidad, San Valentin, el Día del Padre/Madre... etc. A ver que tenemos que comprar cuando ellos deciden que compremos.

Empezaremos por la Navidad, cada vez más influenciados por las películas americanas, nos volvemos locos comprando y gastando a la misma vez que adornamos la casa con más luz que los casinos de Las Vegas. Nuestro afán consumista nos absorbe tanto, que incluso se nos olvida que esa fantástica tarjeta de crédito dorada pasará sus cuentas en la famosa cuesta de enero. Nos invaden con maravillosos anuncios teniendo al Corte Inglés como estandarte, porque seamos francos, allí es donde vamos todos cuando tenemos que realizar un compra de última hora. Todo el mundo te felicita y gente que no te habla en la vida ahora te habla y tienes que asistir por pelotas a esas pantagruélicas cenas en que no soportas a la mitad de tus familiares. Pero ahí no queda eso, se ve que solo en Navidad es cuando los niños del tercer mundo tienen hambre y necesitan ser apadrinados, ¿qué pasa?¿ que en agosto no pasan hambre? ¿no necesitan ayuda? Es una cosa que no entiendo, entonces mientras estás espachurrado en el sofá con la barriga que no puedes más de comer, sale un anuncio de alguna ONG (que gracias al señor Urdangarin cada vez nos vamos a fiar menos) pidiendo apadrinamiento por muy pocos euros al mes, y nosotros en un acto solidaridad, porque los españoles a solidarios no nos gana nadie, pues llamamos, lloramos con la teleoperadora y al final donamos, pero al cabo de unos meses, esas donaciones ya no son tan numerosas.

Bueno el día de San Valentin, el día de los enamorados ya es lo más. Quizás ahora con la crisis no, pero yo me acuerdo de haber visto anunciada la Semana de San Valentín, ¡no un día señores y señoras, sino toda una puñetera semana! ¡ole tus huevos! Por lo que se ve, si no le regalas algo a tu pareja en esas fechas, es sinónimo de que no le quieres, lo cual me parece algo patético. 
Yo por ejemplo, regalo las cosas cuando a mi me apetece sin ningún motivo en especial, y pensado sobre todo en esa persona, porque vaya, yo he recibido cada regalo que tela, y entonces piensas: ¿lo estás comprando para ti o para mi? ¿Cuántas veces hemos oido: uff si no le regalo nada se me va cabrear? Porque claro además esperan algo superfantástico de la muerte, pero resulta que el capullo/a que tenemos como pareja ni se ha parado a pensar en ello.

En Catalunya, además tenemos el día de Sant Jordi, para que luego digan que los catalanes somos agarrados. Entonces por cojones y por tradición el hombre le regala una rosa a la mujer y ella un libro, se ve que aquí los cultos son ellos, lo curioso es que si te fijas en un vagón de metro quien está leyendo, resulta que la mayoría es femenina.....entonces hay algo que no me cuadra. A mi no me gustan las flores, y quien me conoce lo sabe, lo peor que se me puede regalar es un ramo de flores, pero siguen insistiendo y por no enviar a cagar a nadie pues las recibo con una amplia sonrisa y las pongo en el jarrón que ya me he comprado para la ocasión. Y yo: “tranquilos si tengo jarrón”, ¡vaya como si me regalaran flores cada día! Yo soy muy práctica, qué queréis que os diga, por eso cuando en el trabajo nos regalan una rosa a cada mujer de la oficina, me dan ganas de decir una lindeza, pero no digo nada, porque a los hombres no se les regala un libro en este caso. Claro que entonces la rara soy yo, porque no me gustan las flores.

¿De verdad tu madre quiere flores?
Y el día de la Madre.....quizás para mi es más significativo porque ya no tengo, pero el Corte Inglés se encarga de recordarme la maravilloso que es tener una, pues es algo que la gente celebra casi por obligación y es verdad. Hay una cosa que no entiendo, ¿porqué la mayoría de veces a nuestras madres le regalamos cosas para el hogar? Porque aquí todos hemos regalado planchas, sartenes, licuadoras, yogurteras, cafeteras, etc. Una Nespresso por muy bonita que sea no se la va a poner tu madre en el cuello como un colgante. No pensamos en ella, salimos del paso y ya está. Hoy ir a comer con vuestra madre es lo de menos, lo que importa es lo que se hace a lo largo del año o de nuestra vida..

Yo flipé el domingo (Dia de la Madre), mientras estaba esperando a un amigo, de repente oigo a alguien hablando muy fuerte: ¿Pero dónde estabas?, le decía una mujer a su madre que debía tener unos 80 años, la anciana le ha contestó que como había llegado antes pues se había ido a dar una vuelta, y su hija otra vez gritando :¿pero si te hemos dicho a la una y media? ¿porqué has venido antes? Y la señora le responde que no se había dado cuenta (con esa edad hay que ser más tolerantes) y como se aburría de estar de pie pues se había ido a dar una vuelta, y claro, hija, yerno y niños gritones (tres en concreto) pues estaban ya cansados de esperar, total que cuando la mujer ha preguntado donde iban a comer, el yerno ha dicho “aquí al Kentucky”. Y me he quedado a cuadros, ¡so desgraciado, vale que hay crisis, pero llevas a tu suegra a un sitio que con el primer bocado que le de a la alita de pollo la mujer va a tener un colapso en las venas de tanta grasa adulterada! Vamos para cagarse.

Por supuesto no todos los hijos son así, pero pensad por un momento, ¿cuántas veces habéis invitado a vuestros padres a comer casa?, se pueden contar con los dedos de la mano. Y no me digáis que no tenéis sitio, que para invitar a los amigos a tomar cubatas si que hay. ¿Vosotros creéis que a vuestra madre le va a importar que le invites a un pica pica? Pues seguramente no, pero no se nos pasa ni por la cabeza, porque hoy la mayoría de gente ha ido a comer a casa de su madre, la cual ha estado currando como una loca para que todo el mundo esté satisfecho en la mesa y además como sobra comida, los niños que ya están independizados se van cargados de tuppers a casa, vaya como si fuera un supermercado. ¡Qué bonito todo! Pues no, a ver si espabilamos.

Las madres, como gallinas cluecas que son, pues tienen la manía de alimentar a sus polluelos aún cuando están ya fuera de casa, y los polluelos se aprovechan de ello....Cuando yo me fui de casa, como cada sábado iba a la comida obligada de mis padres, pues cuando me iba mi madre me daba una bolsa que ni el Mercadona a primero de mes. Pero le paré los pies y le dije que yo me tenía que espabilar solita, y lo aceptó a regañadientes y al final solo me daba manzanas y aunque os parezca raro, un bote de leticina de soja, que ella decía que iba muy bien para eliminar el colesterol y no sé si es por esas insistencia yo no tengo colesterol y sigo consumiendo la puñetera leticina, para ser una madre andaluza criada entre fritura hay que ver lo que se preocupaba por el colesterol! Ja ja ja, Pues eso queridos y queridas, que achuchéis a vuestra madre, que tengáis un detalle de vez en cuando con ella, que no es pesada, que se preocupa de vosotros y que sobre todo que le digáis que la queréis y no porque el Corte Inglés lo diga, sino porque lo sentís de verdad y porque llegará el día que ya no estará, y os arrepentiréis de no haber compartido un montón de cosas con ellas. Y esto aplicadlo al resto de gente que os importa, haced las cosas cuando las sintáis aunque nadie las entienda y aunque incluso en alguna ocasión alguien os diga que no os lo ha pedido (que me parece una falta total de tacto) si vosotros os sentís bien, pues adelante.

¡Y Corte Inglés y demás que se vayan a cagar! Nadie nos dice cuando tenemos que hacer las cosas, ¡hombre ya!

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